20 W 9th St, New York

La ciudad que nunca duerme, uno de los lugares del mundo donde las personas se pasan más tiempo con prisa que relajados. Un lugar, donde el «para llevar» no es una opción, sino una forma de vida. Un lugar, donde un apartamento ya no es una vivienda, sino una cápsula para dormir y recargar las baterias. Nueva York.

Nacido como un proyecto tipo concurso, el objetivo era entender la complejidad de la vida en la Gran Manzana a la par que testar los límites del diseño.

La estrecha parcela, de apenas 8 metros de ancho por 24 de largo, se encuentra rodeada de edificios de 5 plantas. Estas limitaciones requerian de medidas especiales para poder llevar la luz a todos los puntos y dar respuesta a la vez a las necesidades de una ciudad tan estresante. Para maximizar las vistas, el edificio dobla su estructura de acero hacia el exterior. Permitiendo de esta forma, que una rampa al aire libre se sitúe en el corazón del proyecto y las viviendas den a la calle y al patio interior.

En lo referente al diseño estaba claro que la estructura y la forma deberían trabajar conjuntamente para poder optimizar al máximo el espacio y lograr de esta manera una arquitectura icónica que fuese el reflejo de la vida en Manhattan. Acero de alta resistencia junto con la fibra de vidrio como aislante, permiten que las paredes (de tan solo 10 cm.), y el caótico diseño impriman en el habitante la sensación de vivir en un Origami gigante. Fiel imagen de esta sociedad única.