Znjan es una playa olvidada, que tradicionalmente ha venido siendo un punto conflictivo para el ayuntamiento de la ciudad. En las cercanías del campus universitario y de un núcleo de hoteles de 4 estrellas, la playa a día de hoy viene usandose como un mero aparcamiento irregular. Esta área tiene, sin embargo, el potencial no solo de convertirse en un gran catalizador de negocios, sino también de buena parte de la vida de la ciudad. Para alcanzar este fin se proyectó un Masterplan, dentro del cual se previó, en la zona más occidental, la construcción de un Auditorio, en el cual no solo se lleven a cabo conciertos y espectáculos, sino que también pueda alojar congresos. Desde el principio era de gran importancia proyectar un edificio que estableciese un nuevo hito en la ciudad, un nuevo símbolo para esta. Un lucero con vistas al Adriático.
Con el objeto de cumplir con todos los requesitos establecidos por la ciudad, el arquitecto diseñó un edificio bastante singular. Como si de un meteorito caido que desencadena una serie de cambios sin precedentes se tratase, al final del paseo marítimo y frente al mar, se encuentra el nuevo auditorio. Elemento que, así como una vez la playa fue, estuvo frio y desolado, pero se encuentra ahora lleno de vida. Las aperturas de la roca funcionan ahora como foyers de acceso Auditorio, los cuales a través de los túneles interiores llevan hasta grandes cavernas, donde a día de hoy se localizan las salas. Durante el día dichas salas pueden tanto alojar un concierto de Hans Zimmer con un aforo de hasta 800 personas, como dar cabida a un congreso de neurología. Sin embargo al caer la noche y acabarse los eventos, el meteoro no descansa, pues la terraza que se encuentra sobre la cubierta ha conseguido establecerse como uno de los tres mejores sitios en todo Split para tomarse algo mientras el cielo se tiñe de naranja sobre las lejanas islas croatas y disfrutar de una deliciosa noche mediterránea.









